Abril 2025 No 2

Infección de orina en bebés: síntomas, causas y tratamiento

Detectar a tiempo una infección de orina en bebés es clave para su salud y bienestar. Aunque puede aparecer a cualquier edad, el riesgo es mayor cuanto más pequeño es el niño, sobre todo si existen malformaciones del aparato urinario.

¿Qué causa la infección de orina?

  • Está provocada por bacterias de origen intestinal, como la Escherichia coli, que pueden pasar desde el área del periné hasta la vejiga y, en algunos casos, hasta los riñones.
  • Es más común en niños menores de un año con fimosis natural, lo que dificulta la higiene adecuada.
  • En niñas mayores de tres años, también aumenta el riesgo por la cercanía entre el ano y la uretra.

Señales de alarma en menores de dos años

Los síntomas en bebés pequeños suelen ser inespecíficos, por eso es importante estar alerta a:

  • Fiebre
  • Irritabilidad
  • Rechazo de tomas
  • Alteraciones digestivas (vómitos o diarrea)

En niños mayores, los síntomas son similares a los de los adultos.

¿Qué es la cistitis?

Cuando la infección se localiza en la vejiga, se denomina cistitis.
En bebés es difícil de diagnosticar, ya que puede no presentar fiebre. Las señales típicas incluyen:

  • Llantos más frecuentes al orinar
  • Menor cantidad de orina en los pañales
  • Ardor al orinar (más común en niños mayores)

Tratamiento: ¿Cómo se maneja?

  • En bebés menores de tres meses, puede requerirse hospitalización para administrar antibióticos por vía intravenosa.
  • Si no hay complicaciones, el tratamiento puede continuar en casa con antibióticos orales.
  • La recuperación suele notarse entre los 3 y 5 días desde el inicio del tratamiento, pero debe completarse el ciclo de 7 a 14 días, según indicaciones del pediatra.

Atención especial si se repite con frecuencia

Cuando las infecciones de orina son recurrentes en lactantes, puede haber una malformación urinaria, como reflujo vesicoureteral. En esos casos, el pediatra podría solicitar una cistografía y derivar a un especialista en nefrología o urología pediátrica.

Beneficios y recomendaciones en el colecho para una práctica segura

Dormir junto a tu bebé es una práctica conocida como colecho, que consiste en compartir el “lecho” o habitación con él. Puede realizarse durmiendo en la misma cama o colocando una cunita adosada a la cama de los padres. Aunque es una costumbre familiar muy extendida, es fundamental conocer sus beneficios y, sobre todo, las precauciones necesarias para hacerlo de forma segura.

Beneficios del colecho

El colecho ofrece múltiples ventajas tanto para el bebé como para los padres:

  • Facilita la lactancia materna, lo que permite un mejor descanso para la madre.
  • Reduce el llanto del bebé, disminuyendo sus niveles de cortisol y estrés.
  • Ayuda al bebé a regular su temperatura corporal gracias al contacto físico con la madre.
  • Favorece el crecimiento y una ganancia de peso estable.
  • Contribuye a regular la respiración del bebé al escuchar y sentir la respiración de sus padres.
  • Disminuye los episodios de apnea y reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante.

Minicunas y cunas colecho: opción segura y recomendada

La Academia Americana de Pediatría recomienda compartir habitación con el bebé durante los primeros seis meses de vida, pero en superficies diferentes. Por ello, las cunas colecho o moisés colocados junto a la cama de los padres se consideran una alternativa ideal.

  • Las cunas colecho permiten mantener al bebé cerca con total seguridad y son compatibles con la lactancia materna.
  • Se acoplan a la cama de los padres mediante correas, evitando desplazamientos o deslizamientos peligrosos.
  • Actúan como una extensión de la cama, pero con un colchón independiente para el bebé.
  • La mayoría de los modelos cuentan con patas regulables para adaptarse a cualquier tipo de cama y altura.
  • Algunos diseños permiten reclinación para mejorar la digestión y respiración, e incluso función de mecedora.

Recomendaciones para hacer colecho en la cama de los padres

Si la familia opta por dormir en la misma cama con el bebé, es fundamental seguir estas recomendaciones para minimizar riesgos:

  • El bebé debe dormir siempre boca arriba.

  • El colchón debe ser plano y firme, sin huecos o superficies blandas.

  • Asegúrate de que no existan ranuras o espacios donde el bebé pueda quedar atrapado.

  • Siempre que sea posible, coloca la cama contra la pared, y que el bebé duerma entre la madre y la pared, nunca en el borde.

  • Si los padres tienen sobrepeso, es importante revisar que el colchón no forme hundimientos que puedan poner en riesgo la seguridad del bebé.

  • En la cama no deben colocarse mantas pesadas, almohadas, peluches ni ningún objeto que pueda causar asfixia.

  • La habitación debe tener una temperatura adecuada y fresca.

  • Si alguno de los padres tiene el cabello largo, debe recogérselo antes de dormir.

  • No uses joyas ni relojes al dormir con el bebé.

  • Evita dormir con el bebé en brazos, ya que puede haber riesgo de caída.

  • No se debe compartir la cama con mascotas o hermanos pequeños, especialmente durante el primer año de vida.

El colecho puede ser una práctica enriquecedora para la familia si se realiza con responsabilidad y seguridad. Ya sea utilizando una cuna colecho o compartiendo la cama, seguir estas recomendaciones protege al bebé y fortalece el vínculo afectivo entre padres e hijos.

Ejercicio durante el embarazo

Durante el embarazo, mantenerse activa es una de las mejores decisiones que una mujer puede tomar para cuidar su salud y la de su bebé. A pesar de los mitos comunes, hacer ejercicio regularmente es beneficioso, siempre que se haga con precaución, constancia y bajo la supervisión de profesionales calificados.

¿Por qué hacer ejercicio en el embarazo?

La mayoría de los expertos coinciden en que el ejercicio regular y sostenido aporta múltiples beneficios tanto para la madre como para el bebé. Ayuda a mantener un buen estado físico, mejora el ánimo, previene el aumento excesivo de peso, alivia molestias comunes del embarazo y contribuye a una mejor preparación para el parto.

Eso sí, antes de comenzar cualquier rutina de actividad física, es importante tener en cuenta el momento del embarazo, el tipo de ejercicio más adecuado y contar con la asesoría de especialistas que ofrezcan un acompañamiento seguro y adaptado a cada etapa de la gestación.

Lo que debes tener en cuenta

Antes de iniciar o continuar con un programa de ejercicio físico durante el embarazo, es fundamental cumplir con ciertas recomendaciones para garantizar seguridad y bienestar:

  • La actividad debe ser regular y sostenida en el tiempo, nunca esporádica ni improvisada. Se recomienda no exceder los cinco días a la semana, ya que una frecuencia mayor podría estar relacionada con un menor peso del bebé al nacer.
  • Es esencial controlar la frecuencia cardiaca durante el ejercicio, esta no debe superar las 150 pulsaciones por minuto. En el caso de mujeres previamente deportistas, esta podría elevarse hasta el 80% de la frecuencia máxima, siempre bajo monitoreo profesional.
  • La parte más exigente del ejercicio debe tener una duración de 15 a 20 minutos como máximo.
  • Mantente bien hidratada antes, durante y después del ejercicio para prevenir la deshidratación.
  • Durante la actividad física, es importante evitar movimientos balísticos, como lanzamientos rápidos o ejercicios con rebotes y velocidad excesiva.
  • Se debe evitar también la maniobra de Valsalva, que consiste en exhalar con fuerza tapando nariz y boca para compensar presión, ya que puede resultar riesgosa.
  • Se desaconsejan las tensiones musculares excesivas y el trabajo isométrico, es decir, aquellos ejercicios en los que se ejerce fuerza sin movimiento.
  • No se recomienda realizar ejercicio en condiciones ambientales extremas, como temperaturas muy altas o bajas, ni en altitudes elevadas.

Finalmente, es clave ponerse siempre en manos de profesionales, tanto médicos como entrenadores especializados en embarazo. Idealmente, ambos deben estar en comunicación para personalizar el plan de ejercicios.

Video: ¿Es tu bebé intolerante o alérgico a la leche materna?

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5 tips para manejar el rechazo a ciertos alimentos

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    • No lo obligues
      Ofrécele el alimento sin presionarlo. Que lo explore a su ritmo.
    • Hazlo visualmente atractivo
      Presenta la comida de manera divertida o con formas distintas.
    • Repite sin forzar
      Un alimento puede necesitar varios intentos antes de ser aceptado.
    • Sé un buen ejemplo
      Come tú también lo que quieres que él coma.
    • Involúcralo en la cocina
      Si ayuda a preparar la comida, estará más dispuesto a probarla.

¿Ya sientes a tu bebé moverse?

Esta es una de las experiencias más emocionantes del embarazo y suele ocurrir entre la semana 16 y la 22, especialmente si es tu primer bebé. Al principio, los movimientos pueden sentirse como burbujas, mariposas o pequeñas palmaditas. Con el paso de las semanas, esas sensaciones se volverán más claras y frecuentes, especialmente cuando estás en reposo o después de comer.

Sentir a tu bebé moverse es una señal de que está creciendo y desarrollándose correctamente. Aunque cada embarazo es distinto, es importante estar atenta a los patrones de movimiento. Si ya sentías a tu bebé con regularidad y notas una disminución repentina, es recomendable acudir al médico. ¡Conectarte con tu bebé desde el vientre es algo único y mágico!

Guía práctica de higiene: ¿cómo proteger a tu familia dentro y fuera del hogar?

La higiene en el entorno del bebé es clave para prevenir infecciones y mantener una buena salud familiar. Desde la cocina hasta los juguetes, hay zonas críticas que requieren atención especial. En esta guía encontrarás consejos útiles y prácticos para mantener cada espacio limpio y seguro, tanto dentro de casa como en espacios públicos.

1. Una cocina libre de bacterias

La cocina es un punto crítico donde los alimentos pueden contaminarse fácilmente. Es fundamental desinfectar bien las superficies, tablas para cortar, fregaderos, esponjas, refrigeradores y congeladores. Si tu hijo usa una periquera, limpia y desinfecta su bandeja después de cada comida, sobre todo si colocas los alimentos directamente sobre ella.

2. Máximo cuidado con el suelo

Los bebés que gatean o juegan en el piso están expuestos a bacterias como Salmonella, Escherichia coli y Campylobacter. Para reducir los riesgos, es vital eliminar restos de comida y desinfectar con frecuencia utilizando productos adecuados. Recuerda: las bacterias pueden colonizar un alimento en solo 10 segundos después de caer al suelo.

3. Limpieza del baño

El baño debe desinfectarse cada 1 o 2 días, ya que es una fuente común de gérmenes y moho. Presta especial atención a grifos, azulejos y áreas de la regadera. No olvides el inodoro, los cepillos de dientes (que deben colocarse alejados unos de otros) y el vaso donde se guardan, el cual conviene desinfectar una vez a la semana.

4. Comer fuera de casa

Si usas los cubiertos del restaurante, el lavavajillas suele ser suficiente para eliminar gérmenes. Sin embargo, si vas con tu bebé, puedes llevar cubiertos propios o usar cambiadores portátiles sobre superficies públicas, desinfectándolos antes de usarlos. Además, aplica gel antibacterial en las manos antes y después del cambio de pañal.

5. Juguetes del niño

El contacto con los juguetes es constante, por lo que deben mantenerse limpios. Los de plástico o madera se pueden lavar con un trapo y desinfectante. Los peluches y juguetes de tela se lavan mejor en la lavadora. Idealmente, se limpian una vez a la semana, y a diario si el niño está enfermo o comparte sus juguetes.

6. En el parque: arena y juegos

La tierra y la arena albergan esporas que pueden convertirse en bacterias dañinas. Enséñale a tu hijo a no llevarse las manos ni los juguetes a la boca, y a lavarse las manos al regresar del parque. Si comparte juguetes con otros niños, la limpieza debe realizarse a diario para reducir el riesgo de contagio.

7. Productos de limpieza más adecuados

Elige productos de limpieza sin residuos tóxicos. Existen opciones que desinfectan profundamente sin usar cloro, ideales para usarse en pisos, baños, juguetes y hasta en superficies delicadas, sin poner en riesgo al niño.

Mantener la higiene no significa vivir en un ambiente estéril, sino tomar medidas sencillas y efectivas que previenen infecciones, protegen la salud del bebé y brindan tranquilidad a toda la familia.

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¿Vale la pena hacer un baby shower?

El baby shower es más que una simple fiesta; es una oportunidad especial para celebrar la llegada del bebé junto a familiares y amigos. Además del componente emocional, puede ser muy práctico, ya que muchos invitados suelen llevar regalos que ayudan a los futuros padres con lo necesario para los primeros meses: pañales, ropa, artículos de higiene o juguetes.

Organizar un baby shower también puede ser un momento de conexión y apoyo para la mamá, quien muchas veces necesita sentirse acompañada durante el embarazo. No es obligatorio hacerlo, pero si se adapta a tu estilo y te rodeas de personas cercanas, definitivamente puede ser una experiencia bonita, útil y llena de cariño.

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